Una jornada para el sueño fue la que tuvo este sábado el mejor gimnasta chileno en la historia. Tomás González ratificó las expectativas que tenía todo un país sobre sus hombros y, tras dos impecables saltos y una rutina rozando la perfección en el suelo, consiguió instalar la bandera nacional en una final de este deporte por primera vez en unos Juegos Olímpicos.
Londres 2012 marcará un antes y un después en la carrera de Tomás González. Con una puntuación promedio de 16,149 en el brinco sobre el caballete, terminó entre los tres primeros de la disciplina, mientras que en el suelo fue sexto al sumar 15,533.