En un partido no apto para cardíacos, el Chelsea cerró de forma magistral un año que pintaba para el olvido. Con gran actuación del portero Peter Cech y de su estrella, el delantero marfileño Didier Drogba, consiguieron levantar La Orejona por primera vez en la historia del club.
Su víctima fue nada menos que el poderoso Bayern Münich, que además jugó como local -convirtiéndose en el cuarto equipo en lograrlo- y que tendría como «villano» a Arjen Robben, el holandés que fallaría un penal clave en el tiempo extra. Finalmente sería mediante los doce pasos la única forma de definir al monarca, y en esta instancia el Chelsea lograría superar los fantasmas del 2008.