Era el único equipo denominado grande de Brasil que todavía no se consagraba como el mejor del Continente, por lo que la presión que tenían los jugadores a la hora de enfrentar a Boca Juniors no era menor. El 1 a 1 de la ida los dejaba con la primera opción de liquidar la serie en casa, y así lo hicieron con una gran actuación del delantero Emerson Sheik.
El ariete había sido figura en la serie contra Santos y en la final volvió a aparecer, anotando los dos tantos con los que su equipo consiguió levantar su primera Copa Libertadores, en un encuentro que además estuvo marcado por el anuncio de que Juan Román Riquelme no seguirá en las filas de Boca Juniors para la próxima temporada.